domingo, 27 de mayo de 2012

De vuelta al uso de los aljibes

http://www.listin.com.do/la-republica/2009/12/13/124746/De-vuelta-al-uso-de-los-aljibes

13.12.2009

APROVECHAMIENTO SOSTENIBLE
 
De vuelta al uso de los aljibes
 
LA COSECHA DE AGUA DE LLUVIA INCREMENTA EL ABASTECIMIENTO DEL LÍQUIDO EN LAS COMUNIDADES



  • Se promueve el aprovechamiento del agua de lluvia para satisfacer las necesidades domésticas y agropecuarias.
Solange de la Cruz Matos  
solangedelacruz@gmail.com
Santo Domingo

Rescatar los aljibes, tan frecuentes en los campos dominicanos antes de que en el país se multiplicaran los acueductos, urbanos y rurales, es uno de los mecanismos recomendados a fin de aumentar la oferta de agua para uso doméstico y agrícola en localidades, países y regiones en donde la disponibilidad hídrica es insuficiente.
Los aljibes son depósitos en los que se almacena agua para uso cotidiano de la familia y para labores agropecuarias.
Anteriormente, las casas, en su mayoría techadas de zinc, eran adaptadas para que el agua de las precipitaciones fuera a ese depósito a través de un sistema de caños.
La llegada de los acueductos convencionales originó que su uso fuera descontinuado paulatinamente, pero el crecimiento poblacional ha planteado nuevos retos para el abastecimiento del vital líquido, entre ellos aprovechar las lluvias de manera efectiva.
Manuel Anaya Garduño, coordinador del Centro Internacional de Demostración y Capacitación en Aprovechamiento del Agua de Lluvia (CIDECALLI), expone que la captación de lluvia se ha practicado desde hace más de 5 mil años, aunque reconoce que su uso está muy por debajo de su potencial.
“Desde siempre, el ser humano ha aprovechado el agua superficial como primera fuente de abastecimiento, consumo y vía de transporte. Cuando las civilizaciones crecieron demográficamente, algunos pueblos ocuparon zonas áridas, semiáridas y húmedas del planeta y comenzó el desarrollo de las formas de captación de agua de lluvia, como una opción para el riego de cultivos y el uso doméstico”, expone.
Los diferentes sistemas de captación del agua de lluvia reciben la denominación de Scall (por sus siglas), y los definen como una opción tecnológica no compleja, económica y ecológica para abastecer en cantidad y calidad con este recurso vital a las poblaciones. Indica que los Scall ayudan a mitigar los efectos de la sequía sobre la producción agrícola y
aumenta los rendimientos unitarios y a prevenir y combatir la desertificación.
Anaya indica que los mismos tienen un gran impacto social, económico y
ambiental, son altamente rentables, competitivos y resultan proyectos
productivos ya que generan fuentes de trabajo e ingresos.

Iniciativas para la captación de lluvia
Debido a la insuficiente disponibilidad de agua, su utilización se está haciendo extensiva en países como China, donde el gobierno implementa el proyecto “121” para la captación del agua de lluvia, con el que está supliendo a cinco millones de personas y 1.18 millones de cabezas de ganado, e India, con 19 ciudades que enfrentan situaciones de creciente escasez de agua, por lo que en algunas de ellas, entre las que cita Chennai y Nueva Dehli, es obligatorio almacenar agua de lluvia.
Anaya refiere otros ejemplos: En el distrito de Mukojim, en Japón, se implementa el sistema “Ronjinson”, instalación que recibe el agua de lluvia del techo de la casa, la almacena en un pozo subterráneo y para extraerla se utiliza una bomba manual. En Bangladesh, donde el agua subterránea se encuentra contaminada por arsénico, desde 1997, han instalado más de 10,000 sistemas de captación de agua de lluvia; y en Tailandia, ante la urgente necesidad de agua limpia para la población, han construido más de 10 millones de cisternas para la captación de lluvia.
En 15 estados de Estados Unidos son utilizados sistemas de captación de lluvia que abastecen de agua a más de medio millón de personas para usos doméstico, agrícola, comercial e industrial, y en Canadá utilizan tanques plásticos de 75 galones, que son subsidiados por el gobierno, para captar agua de lluvia proveniente de los techos.
En tanto, en Sergipe, Brasil, ejecutan un programa para instalar un millón de cisternas rurales, en la primera etapa construyen 12,000; en Honduras se han diseñado sistemas basados en “cisternas recolectoras” para almacenamiento del agua de lluvia hechas con materiales de la región, y en Nicaragua se han establecido cisternas rectangulares con un volumen total de 36 m3, techadas con tejas de barro.
En Islas Vírgenes más del 80 por ciento de la población se abastece con agua de lluvia, mientras que en República Dominicana, en algunas poblaciones de la Línea Noroeste se han ejecutado programas de construcción de cisternas o aljibes.

Impacto comunitario
Sergio Zelaya, de la Oficina de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (UNCCD) y del Grupo de Trabajo sobre Agua y Cambio Climático de las Naciones Unidas (ONU Agua), consideró la captura de agua de lluvia como “una solución innovadora a las comunidades porque se hace al nivel de las casas, en las edificaciones”, y son ellas quienes se benefician.
Indicó que en las localidades que incrementan su abastecimiento de agua mediante el aprovechamiento de las lluvias, sus habitantes mejoran su autoestima y no emigran por esa razón: “La ausencia o presencia de agua es un indicador para dejar el lugar”. Además, refiere que mejoran su estatus económico y social debido a que en algunas localidades aprovechan el agua de lluvia para crear microempresas de potabilización del líquido para la comercialización.
Zelaya también cuenta que entre Brasil y Honduras se dio una cooperación mediante la cual el gigante su ramericano asistió al país centroamericano para el establecimiento de un proyecto similar al que ejecuta, de un millón de cisternas comunitarias.
“Hicieron una cooperación horizontal Sur-Sur. Un albañil de Brasil fue a capacitar a dos albañiles en Juanche, una zona de Honduras donde hay sólo viejitos, mujeres y niños. Para este proyecto en Honduras se habló con la Asociación de Juntas de Agua de las 1,200 comunidades de la región. Las Juntas de Agua son las autoridades locales de agua”, indica.

Actividades de capacitación
Manuel Anaya, quien es coordinador del Centro Internacional de Demostración y Aprovechamiento del Agua de Lluvia del Colegio de Postgraduados (CIDECALLI- CP) de México, estuvo en el país recientemente, impartiendo un curso internacional sobre cómo aumentar la oferta hídrica.
La capacitación fue auspiciada por el Programa Hidrológico Internacional (PHI), de la UNESCO, a través del Centro del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe (Cazalac), y por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), a través del Centro para la Gestión Sostenible de los Recursos Hídricos en los Estados Insulares del Caribe (CEHICA).
En la jornada participaron representantes de Antigua & Barbuda, Haití, Barbados, Jamaica, St. Lucía, St. Kitts – Nevis, Cuba, y República Dominicana. Por el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO asistieron María Concepción Donoso y Zelmira May, y por el Cazalac, Guido Soto.
Además de Anaya, los demás capacitadores fueron Manuel Cerda, jefe del Departamento de Hidráulica y Medio Ambiente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Valparaíso- Chile, y Carlos Gutiérrez, del Directorio de Hidrólogos e Hidrogeólogos de América Latina y el Caribe de la UNESCO.
En tanto, Sergio Zelaya estuvo en el país participando de un taller sobre Agua y Cambio Climático organizado por la ONU, con la participación de comunicadoras y comunicadores de Chile, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Uruguay, Haití, Cuba, Brasil, Paraguay, Venezuela, Honduras y República Dominicana.

(+)
AGUA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Entre los efectos que se prevén por el cambio climático están las modificaciones en los patrones de lluvias. El Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) refiere: “En América Central, por ejemplo, mientras que la mayoría de los modelos predicen menores precipitaciones medias en todas las temporadas, existe la posibilidad de que esto sea compensado con el aumento de lluvias durante los huracanes, lo cual no está bien reflejado en la mayoría de los modelos de circulación global”.
“Se han observado también cambios en los patrones de precipitaciones, con algunas áreas recibiendo más lluvias —sur de Brasil, Paraguay, Uruguay, nordeste de Argentina y noroeste de Perú— y otras con un menor nivel, como el sur de Chile, el suroeste de Argentina y el sur de Perú.
En tanto, el Banco Mundial, en su informe de 2009 titulado “Desarrollo con menos carbono”, indica que los fenómenos climáticos extremos se han vuelto más comunes en varias partes de la región, incluyendo más períodos de lluvias intensas y más días de sequía consecutivos”.
Ante esa incertidumbre, se hace perentorio establecer mecanismos para incrementar la disponibilidad de agua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario