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19.07.2009
ENFOQUE
En auge el mercado de bonos de carbono
ESE MECANISMO SURGIÓ CON EL PROTOCOLO DE KYOTO, Y
OBLIGA A QUE LAS NACIONES MÁS DESARROLLADAS REDUZCAN SUS EMISIONES DE
LOS GASES DE EFECTO DE INVERNADERO (GEI)
Al 18 de octubre de 2008
había 4,064 proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) a nivel
mundial en trámites, 1,445 (35%) presentados por China. En Latinoamérica
se desarrollan 768 proyectos, de los cuales 372 se encuentran en etapa
de validación, 374 están registrados y 22 han solicitado registro.
En Perú, las inversiones en el mercado de carbono a la fecha ascienden a US$500 millones en 25 proyectos colocados en el mercado internacional. Esos proyectos se enmarcan en el MDL.
En 2007, Brasil se convirtió en el primer país en subastar Bonos de Carbono en la Bolsa de Mercaderías y Futuros (BM&F) de San Pablo.
En 2006, Bolivia recibió US$25 millones por concepto de bonos de carbono sólo por mantener inalterables los bosques del Parque Noel Kempff Mercado, contribuyendo así al secuestro de dióxido de carbono en la atmósfera, que ocasiona el calentamiento global. El dinero benefició directamente a las comunidades que habitan la región como una compensación por las tierras de agricultura y por las actividades como la cacería que se han suspendido para proteger los bosques.
En 2003 Chile lideró el uso de bonos de carbono con su proyecto Chacabuquito, en donde la compañía Guardia Vieja S. A., se convirtió en pionera en el mundo en desarrollo con la verificación de reducciones de emisiones de los gases que producen el efecto invernadero.
Esa nación suramericana se ha posicionado como una plaza atractiva para la inversión verde mediante los bonos de carbono. En 2007 era el cuarto país oferente.
Detalles del negocio
El negocio de los bonos de carbono se inició luego de la firma del Protocolo de Kyoto, en 1997, mediante el cual los países se comprometieron a reducir en 5 por ciento las emisiones de los gases asociados con el calentamiento de la Tierra: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
Tan sólo tres países (Estados Unidos, la Unión Europea y China) arrojan a la atmósfera más de 17 mil millones de toneladas de CO2, alrededor del 35% de las emisiones globales por año.
Para alcanzar la meta propuesta (de reducir el 5% de las emisiones tomando como referencia 1990), los países desarrollados pueden financiar proyectos de captura de esos gases o de producción limpia en otras naciones -principalmente en vías de desarrollo-, acreditando tales disminuciones como si se hubiesen realizado en su propio territorio.
Con ese mecanismo, los países desarrollados abaratan significativamente los costos de cumplimiento.
En el país
Omar Ramírez, del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, indicó que para la reducción de emisiones existen tres mecanismos: el Mercado de los Bonos de Carbono, la Implementación Conjunta y el Mecanismo de Desarrollo Limpio, siendo el primero vinculante de los otros dos.
Considera el Mecanismo de Desarrollo Limpio como el más popular de los tres porque vincula a un país del Anexo 1 del Protocolo de Kyoto (al Anexo 1 pertenecen los 21 países desarrollados que más contaminan), con otro No Anexo 1, que son los países en vías de desarrollo.
El funcionario precisa que como República Dominicana no pertenece a los países del Anexo 1 no tiene el compromiso de reducir sus emisiones de carbono por mandato de la convención, aunque sí puede aprovechar las ventajas del mercado de los bonos de carbono para colocar proyectos de producción limpia, con lo que recibirá no sólo recursos sino transferencia de tecnología.
Advierte que los países desarrollados no pueden incrementar sus emisiones aunque hayan comprado bonos de carbono en los países en desarrollo.
De su lado, Moisés Álvarez, director de la Oficina Nacional de Mecanismo de Desarrollo de Limpio del Consejo, indicó que el Metro de Santo Domingo es promocionado como un proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio por los ahorros de emisiones que permite.
Indicó que quien se monta en el Metro deja de ser usuario de las voladoras altamente contaminantes, de los motoconchos o de los carros de concho, y hasta de los carros privados.
En Perú, las inversiones en el mercado de carbono a la fecha ascienden a US$500 millones en 25 proyectos colocados en el mercado internacional. Esos proyectos se enmarcan en el MDL.
En 2007, Brasil se convirtió en el primer país en subastar Bonos de Carbono en la Bolsa de Mercaderías y Futuros (BM&F) de San Pablo.
En 2006, Bolivia recibió US$25 millones por concepto de bonos de carbono sólo por mantener inalterables los bosques del Parque Noel Kempff Mercado, contribuyendo así al secuestro de dióxido de carbono en la atmósfera, que ocasiona el calentamiento global. El dinero benefició directamente a las comunidades que habitan la región como una compensación por las tierras de agricultura y por las actividades como la cacería que se han suspendido para proteger los bosques.
En 2003 Chile lideró el uso de bonos de carbono con su proyecto Chacabuquito, en donde la compañía Guardia Vieja S. A., se convirtió en pionera en el mundo en desarrollo con la verificación de reducciones de emisiones de los gases que producen el efecto invernadero.
Esa nación suramericana se ha posicionado como una plaza atractiva para la inversión verde mediante los bonos de carbono. En 2007 era el cuarto país oferente.
Detalles del negocio
El negocio de los bonos de carbono se inició luego de la firma del Protocolo de Kyoto, en 1997, mediante el cual los países se comprometieron a reducir en 5 por ciento las emisiones de los gases asociados con el calentamiento de la Tierra: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
Tan sólo tres países (Estados Unidos, la Unión Europea y China) arrojan a la atmósfera más de 17 mil millones de toneladas de CO2, alrededor del 35% de las emisiones globales por año.
Para alcanzar la meta propuesta (de reducir el 5% de las emisiones tomando como referencia 1990), los países desarrollados pueden financiar proyectos de captura de esos gases o de producción limpia en otras naciones -principalmente en vías de desarrollo-, acreditando tales disminuciones como si se hubiesen realizado en su propio territorio.
Con ese mecanismo, los países desarrollados abaratan significativamente los costos de cumplimiento.
En el país
Omar Ramírez, del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, indicó que para la reducción de emisiones existen tres mecanismos: el Mercado de los Bonos de Carbono, la Implementación Conjunta y el Mecanismo de Desarrollo Limpio, siendo el primero vinculante de los otros dos.
Considera el Mecanismo de Desarrollo Limpio como el más popular de los tres porque vincula a un país del Anexo 1 del Protocolo de Kyoto (al Anexo 1 pertenecen los 21 países desarrollados que más contaminan), con otro No Anexo 1, que son los países en vías de desarrollo.
El funcionario precisa que como República Dominicana no pertenece a los países del Anexo 1 no tiene el compromiso de reducir sus emisiones de carbono por mandato de la convención, aunque sí puede aprovechar las ventajas del mercado de los bonos de carbono para colocar proyectos de producción limpia, con lo que recibirá no sólo recursos sino transferencia de tecnología.
Advierte que los países desarrollados no pueden incrementar sus emisiones aunque hayan comprado bonos de carbono en los países en desarrollo.
De su lado, Moisés Álvarez, director de la Oficina Nacional de Mecanismo de Desarrollo de Limpio del Consejo, indicó que el Metro de Santo Domingo es promocionado como un proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio por los ahorros de emisiones que permite.
Indicó que quien se monta en el Metro deja de ser usuario de las voladoras altamente contaminantes, de los motoconchos o de los carros de concho, y hasta de los carros privados.
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