domingo, 27 de mayo de 2012

Tras el ‘peak oil’ se avecina escasez mundial de energía

http://www.listindiario.com/la-republica/2009/11/21/122380/Tras-el-peak-oil-se-avecina-escasez-mundial-de-energia

22.11.2009

ENFOQUE
 
Tras el ‘peak oil’ se avecina escasez mundial de energía
 
REDUCCIÓN. PRODUCTO DE LA RECESIÓN, LAS EMISIONES DE DIÓXIDO DE CARBONO REGISTRARON UN DESCENSO DEL 2.6 POR CIENTO, EL PRIMERO EN MEDIO SIGLO



  • Energía eólica. Las fuentes alternas no serán suficientes para suplir la demanda global de energía.
 
Solange de la Cruz Matos  
solangedelacruz@gmail.com
Santo Domingo

La premura por encontrar fuentes alternas al petróleo no está sólo determinada por el peligroso calentamiento del planeta, fruto de las emisiones de carbono y demás gases de efecto invernadero, que desde ya está teniendo efectos preocupantes para la supervivencia humana. Otro ingrediente se añade a esta urgencia. Se trata del denominado ‘Peak oil’, que significa que la extracción de petróleo ha llegado a su pico máximo y que empezará a decrecer, con su consecuencia más grave: una escasez de energía a escala planetaria.
Kjell Aleklett, científico de la Universidad de Uppsala, en Suecia, afirma que el ‘peak oil’ ya se alcanzó y que la producción petrolera empieza a caer. Se acaba el petróleo.
¿Es eso bueno? O, por en contrario, ¿es malo? Si se toma en cuenta que la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero estaría en declive, algunos entienden que ésa podría ser una buena nueva.
En su artículo “La buena y la mala noticia del ‘peak oil’”, Andy Robinson, del diario español La Vanguardia, plantea que aunque un acuerdo político para reducir emisiones de CO2 sea inalcanzable en la cumbre sobre cambio climático a celebrarse en Copenhague en diciembre próximo, “la insuficiente oferta del petróleo forzaría una reducción del consumo energético y, por tanto de emisiones de CO2. Conforme los mercados vayan d á n d o s e cuenta de que se acaba el petróleo, el precio se disparará y –bien por cambios voluntarios de comportamiento, bien por recesión y estancamiento económico– caerá el consumo”.
Indica que este año, por ejemplo, la recesión ha facilitado la primera caída del consumo energético mundial desde 1981 y las emisiones de CO2 registraron un descenso del 2.6 por ciento, el primero en medio siglo.

La otra cara de la moneda
Como no se ha desarrollado la fuente energética que va a sustituir al petróleo, preferiblemente renovable o limpia, algunos advierten sobre una crisis de mayúsculas proporciones. Habrá déficit de energía, aseguran.
“Si la tesis del ‘Peak oil’ es verdad, y tiene muchos visos de serlo, no vamos a tener energía suficiente y durante un tiempo vamos a tener ausencia de energía Por mucho que se desarrollen las fuentes alternas no va ser suficiente para suplir la demanda” en lo inmediato, comenta el economista español Alejo Etchart, miembro de Stakeholder Forum.
En tanto, el portavoz de Política Energética y Tecnológica en el Parlamento Federal Alemán, Hans-Joseph Fell, subraya que desde hace muchos años no se encuentran grandes campos petrolíferos, y que las inversiones en pequeños campos no pueden compensar la reducción de la extracción en los grandes, por lo que las “únicas soluciones reales” que divisa son grandes inversiones en energías renovables y ahorro de energía.
Mientras Aleklett indica que la escasez de petróleo provocará un crecimiento económico más bajo, el economista Simon Snowden, especialista en ‘peak oil’ de la Univer- sidad de Li- verpool, Inglaterra, subraya que la cadena de producción global está sustentada en el crudo, por lo que teme qué sucederá con el suministro de alimentos en las regiones más pobres de África, América Latina y Asia.
Indica que el 80 por ciento del costo de producción de cultivos como el trigo corresponde al precio del petróleo.
En el caso de la leche ese porcentaje alcanza el 70 por ciento.

Las reducciones son ahora
Administrar el petróleo disponible de manera más conveniente, reducir efectivamente las emisiones de carbono y realizar grandes inversiones en fuentes limpias de generación de energía son las claves. El escenario de Copenhague se presenta como una oportunidad que no debería desperdiciarse para plantearse nuevos desafíos de cara a preservar el planeta en condiciones habitables.
De hecho, por la falta de voluntad de las naciones más contaminantes del globo, todo parece indicar que el Protocolo de Kyoto llegará a su término, en el 2012, sin haber alcanzado el impacto esperado.
“Los logros han sido casi nulos… algunos llegan a decir que sus efectos han sido irrisorios”, indica Etchart, por lo que sugiere que en las próximas negociaciones de Copenhague se valoren justamente las emisiones en el mercado de bonos de carbono y que éstas se midan en donde se consumen.
“Medir las emisiones en donde se producen ha dado lugar a que países industrializados hayan trasladando sus emisiones a naciones en vías de desarrollo que no estaban comprometidas con el protocolo de Kyoto, como China, presentando reducciones de emisiones” sin haberlas reducido efectivamente, puesto que no han cambiado sus patrones de consumo, indicó.
Cita el caso del Reino Unido, que produce en China y sigue consumiendo igual “Que las emisiones se cuantifiquen en función del consumo y no en función de la producción”, propone.
Un mayor impacto del mercado de carbono dependerá de que tenga una metodología que sea MRV (medible, reportable y verificable), que permita cuantificar efectivamente las reducciones de emisiones.
Por conciencia o déficit, se aproxima un mundo con menos carbono.

AHORRO DE ENERGÍA Y CONCIENCIA CIUDADANA
Un dicho popular refiere que “grano a grano la gallina se llena el buche”. No sólo las grandes naciones deben comprometerse con reducir emisiones. Cada individuo también debe hacer su aporte en dos direcciones: de cara a la crisis energética que se ha advertido, y en la reducción de las emisiones de CO2 que provoca el calentamiento global.
Etchart asegura que la suma de esos poquitos acumulará una cifra inmensa. Todo depende de qué decisión se tome: Al levantarse, para iluminar la habitación ¿qué hace: enciende la luz o abre una ventana? ¿Qué tipo de bombilla enciende, una de alto consumo u otra de consumo eficiente? Cuando sale de su apartamento, ¿toma el ascensor o baja por las escaleras? ¿Para llegar a su trabajo, usa tren, taxi o se transporta en bicicleta? Y la lista se extiende. ¿Usa electrodomésticos de alto o bajo consumo? ¿Deja encendido el televisor, la computadora o el equipo de música sin que se esté usando, o, por el contrario, lo apaga? ¿Usa abanico o aire acondicionado? ¿Apaga el aire si no lo está usando, o lo deja encendido permanentemente? …

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